Sir Sherard Cowper-Coles, un veterano diplomático británico y presidente del Consejo Empresarial China-Reino Unido, ha declarado que Gran Bretaña necesita la ayuda de China para alcanzar su ambicioso objetivo de emisiones netas nulas para 2050. Cowper-Coles enfatiza que ambos países se beneficiarán enormemente de la colaboración continua y del establecimiento de relaciones más estrechas.

Este comentario surge en el contexto de la visita a China de la ministra de Finanzas del Reino Unido, Rachel Reeves, donde se busca reiniciar el diálogo entre ambos países. Las relaciones se habían visto afectadas en años anteriores, especialmente durante el gobierno anterior, pero el actual Primer Ministro del Reino Unido, Keir Starmer, ha manifestado un interés renovado en mejorar estos vínculos.

Durante los meses posteriores a su asunción en julio, Starmer se ha reunido en dos ocasiones con el presidente chino Xi Jinping, marcando un posible cambio en la dinámica de las relaciones. Cowper-Coles recordó que han pasado casi seis años desde el último diálogo económico y financiero entre Gran Bretaña y China, calificando la visita de Reeves como un paso significativo para reanudar esas conversaciones.

Este nuevo enfoque resalta el deseo de ambos países de fomentar el crecimiento y la inversión, dado que las economías de Gran Bretaña y China son complementarias. Cowper-Coles subrayó que, dadas las circunstancias, Gran Bretaña no puede alcanzar los objetivos de neutralidad de carbono sin el apoyo y la colaboración de China.

En su intervención, Cowper-Coles también mencionó que la experiencia británica en servicios financieros y gestión de inversiones podría ser de gran beneficio para China. Además, la diversidad de productos de consumo británicos es atractiva para los consumidores chinos, lo que abre nuevas oportunidades de diálogo y cooperación.

Reeves ha enfrentado críticas por parte de la oposición respecto a su gestión económica, sin embargo, ha defendido que los nuevos acuerdos que se firmarán en China representarán una inyección significativa de cientos de millones de dólares en la economía británica. Cowper-Coles respaldó este enfoque pragmático del gobierno británico hacia China.

El exdiplomático sugirió que la interacción con China debe realizarse siempre que sea de interés nacional para Gran Bretaña, sin comprometer sus principios ni su seguridad. Este enfoque se centrará en el compromiso y la búsqueda de soluciones mutuamente beneficiosas en diversas áreas, que incluyen actividad económica, financiera y educativa.

Cowper-Coles concluyó destacando la importancia de que Gran Bretaña actúe con sentido común y valentía al acercarse a China, donde haya beneficios claros para ambas naciones. Este enfoque pragmático podría facilitar un camino hacia un futuro más sostenible y económico para ambos países.