En el mundo digital actual, la forma en que buscamos y procesamos información está experimentando una transformación radical. La inteligencia artificial (IA) y, específicamente, los modelos de lenguaje de gran tamaño (LLMs) como ChatGPT, están desafiando la manera en que tradicionalmente recurrimos a motores de búsqueda como Google. Este cambio no solo es relevante por las herramientas que utilizamos, sino que también refleja una evolución en nuestras necesidades y hábitos de consumo de información.

Los LLMs funcionan mediante el procesamiento de vastas cantidades de texto para generar respuestas contextuales a preguntas específicas. A diferencia de los motores de búsqueda que presentan listas de enlaces a páginas web, estos modelos proporcionan respuestas directas y resumidas, lo que reduce la "carga cognitiva"—la cantidad de esfuerzo mental requerido para procesar información. Según datos recientes, el uso de LLMs está creciendo rápidamente; por ejemplo, el 6% de las búsquedas en navegadores se realizan a través de estos modelos, comparado con cifras mínimas en años anteriores. Esto muestra cómo cada vez más personas, como Anja-Sara Lahady, prefieren la inmediatez y personalización que los LLMs ofrecen, ya sea para consejos de decoración o para redactar correos electrónicos.

Sin embargo, esta tendencia plantea preguntas sobre el futuro de la búsqueda en línea. ¿Reemplazarán los LLMs a los motores de búsqueda tradicionales o coexistirán? El profesor Feng Li sugiere que es más probable que veamos un modelo híbrido donde los usuarios utilizan ambos tipos de herramientas dependiendo de la tarea. Como resultado, las empresas deben adaptar sus estrategias de marketing y aprendizaje sobre qué fuentes son consideradas confiables por estos modelos, lo que demuestra que estamos en una era donde la adaptabilidad y la innovación son clave.