China está realizando importantes avances en la construcción de la Fuente de Fotones de Alta Energía (HEPS), un proyecto destinado a generar luz brillante para diversas investigaciones científicas, previsto para operar a partir de 2025.

El Instituto de Física de Altas Energías (IHEP) de la Academia China de Ciencias, principal impulsor de este proyecto, reportó el progreso significativo en el distrito suburbano de Huairou, en Beijing, donde se están realizando las obras.

Como parte de los proyectos clave de infraestructura científica y tecnológica del país, la HEPS está diseñada para convertirse en una de las instalaciones de radiación sincrotrón de cuarta generación más destacadas a nivel mundial.

La construcción del HEPS comenzó el 29 de junio de 2019 y está compuesta por diversas partes, incluyendo aceleradores, líneas de haz y estaciones finales, lo que la convierte en una infraestructura compleja y avanzada.

La fuente de luz de radiación sincrotrón produce radiación electromagnética en un anillo de almacenamiento, donde los electrones se aceleran a velocidades casi lumínicas a través de un circuito cerrado, generando luz extremadamente brillante.

Con una circunferencia de 1,360.4 metros, el anillo de almacenamiento de electrones es el componente central del HEPS. Este anillo es uno de los mayores aceleradores de fuentes de luz de sincrotrón en el mundo y también el más grande de China.

Hasta ahora, se han instalado un total de 1,776 imanes, más de 2,500 fuentes de alimentación y 578 monitores de posición de los haces de electrones en el anillo, lo que garantiza el control preciso del haz.

Cuando se le preguntó sobre los retos, Pan Weimin, director del proyecto HEPS, subrayó que cualquier error menor de hardware podría desviar la trayectoria del haz de electrones, lo que representa un gran desafío.

La puesta en marcha del anillo de almacenamiento continuará en los próximos meses, buscando aumentar las corrientes del haz y garantizar una larga vida útil del haz para acondicionar el vacío y activar las líneas de haz.

Una vez que el proyecto HEPS esté funcionando a finales de 2025, se anticipa que será capaz de emitir luz un billón de veces más brillante que el sol, beneficiando a investigadores en campos como la aeronáutica, la energía y la biomedicina.