La cumbre BRICS 2025, que se llevará a cabo en Río de Janeiro, se presenta como un punto de inflexión significativo para este bloque internacional. Con la inclusión de Vietnam en un marco de asociación ampliado "11+10", esta alianza, que abarca casi la mitad de la población mundial y un tercio de la producción económica global, tiene un extraordinario potencial para transformar la gobernanza global, en particular en el ámbito de la salud.

La cooperación en salud global se encuentra entre las seis prioridades clave de esta cumbre, subrayando la urgente necesidad de abordar las inequidades estructurales que se hicieron evidentes durante la pandemia de COVID-19. Este evento crisis reveló defectos fundamentales, especialmente en la distribución de vacunas, lo que ha puesto de manifiesto la necesidad de soluciones integrales.

Un informe de la ONU indica que, a mediados de 2022, solo el 4.1 por ciento de la población en África había sido vacunada, mientras que las naciones de altos ingresos continuaban acaparando dosis a través de acuerdos preferenciales. En el contexto actual de tensiones geopolíticas, que incluyen el conflicto entre Rusia y Ucrania y diversas crisis en el Medio Oriente, la comunidad internacional no puede permitirse demoras en la acción.

Durante la Tercera Reunión de Sherpas de BRICS, celebrada el 30 de junio, se promovieron medidas innovadoras, tales como una "asociación para eliminar enfermedades vinculadas a factores sociales". Este enfoque busca atender las disparidades en salud causadas por la pobreza y responde a las brechas regulatorias en la atención médica impulsadas por inteligencia artificial, evidenciando el compromiso del bloque con una colaboración proactiva.

China, como la economía más grande de BRICS, ha evolucionado su enfoque de asistencia unidireccional hacia la creación de asociaciones sistémicas, como lo demuestra su colaboración con Brasil. Desde 2018, a través del Instituto Fiocruz, se ha avanzado en un Centro de Investigación y Prevención de Enfermedades Infecciosas, promoviendo investigaciones conjuntas y transferencias de tecnología.

La iniciativa, que implica colaboración con el Instituto Butantan de Brasil y la compañía china Sinovac, se ha mostrado igualmente transformadora. Este trabajo conjunto en ensayos de vacunas contra COVID-19 y la transferencia de tecnologías representaron un cambio sustancial respecto a la monopolización tecnológica por parte de algunas farmacéuticas occidentales, ofreciendo a Brasil un modelo de producción local de vacunas.

El director del Instituto Butantan destacó que la transferencia de tecnología de Sinovac comenzó en 2021, permitiendo no solo la producción nacional de vacunas, sino también estableciendo un modelo que podría ser replicado en otros países en desarrollo. Estas iniciativas reflejan el llamado del presidente Xi Jinping a establecer una "comunidad global de salud para todos".

En este sentido, BRICS está redefiniendo la gobernanza global en el campo de la salud, promoviendo la inclusividad, la equidad en el acceso a la tecnología y la cooperación Sur-Sur. Este bloque está acelerando un cambio transformador, demostrando que las soluciones sostenibles surgen de la acción colectiva y de la colaboración para cerrar las brechas existentes y alinear prioridades.