Recientes imágenes de estudiantes de la Universidad de Tsinghua utilizando un innovador tocado con electrodos plateados durante una actuación teatral han causado furor en las redes sociales. Muchos usuarios bromean sobre un supuesto 'secreto culto de alta tecnología' o 'arte de performance excéntrico', pero la realidad es mucho más fascinante.

La universidad ha revelado que estas 'gorras mágicas' son componentes esenciales de un sistema de interfaz cerebro-computadora (BCI) portátil. Este sistema está diseñado para medir la actividad neural mientras los estudiantes disfrutan de presentaciones en vivo. La investigación tiene como meta decodificar las respuestas estéticas y explorar los patrones de actividad neural durante la apreciación artístic.

Gao Xiaorong, profesor en Tsinghua y director del Laboratorio de Ingeniería Neural, confirmó que esta es la primera vez que se aplica en China tecnología BCI no invasiva en investigación neurocientífica en un entorno de actuación en vivo.

Los resultados del estudio revelaron un aumento de actividad en las áreas del cerebro responsables del procesamiento emocional y sensorial durante las experiencias artísticas. Li Zexuan, un investigador doctoral del equipo, explicó que 'las presentaciones en vivo generan una resonancia cerebral más intensa relacionada con la inmersión emocional'. Esta evidencia neurocientífica ayuda a comprender por qué las actuaciones en vivo nos afectan más profundamente.

La tecnología de interfaz cerebro-computadora (BCI) ha progresado rápidamente en China, captando y decodificando señales cerebrales para facilitar un 'diálogo' entre el cerebro y las máquinas. Las aplicaciones actuales de esta tecnología abarcan desde diagnósticos médicos, seguridad en trabajos de alto riesgo, hasta la rehabilitación motora y el tratamiento de condiciones como la enfermedad de Parkinson y la epilepsia.

Un avance significativo en esta investigación fue la capacidad de recolectar datos de electroencefalografía (EEG) de calidad de laboratorio en un entorno de actuación en vivo, logrando la adquisición sincronizada en distintos grupos, como mencionó Gao.

Los tocados de EEG que llevan los estudiantes están equipados con electrodos de plata que registran las señales de las ondas cerebrales. Además, pequeñas grabadoras de datos que llevan en sus brazos recogen información relacionada con las emociones, que se transmite de forma inalámbrica a un centro de datos para el análisis de respuestas fisiológicas durante las experiencias artísticas.

Una pregunta fundamental que guía esta investigación es cómo las actuaciones y el lenguaje corporal influyen en nuestras emociones y estados neuronales.

Existen colaboraciones en curso con universidades y grupos artísticos para investigar el impacto del arte en el estado de ánimo. Gao comentó que 'nuestro objetivo es identificar patrones neuronales en personas que enfrentan malestar emocional, como pacientes con ansiedad, con el fin de proporcionar referencias científicas para la terapia emocional.'