España se posiciona como un posible centro europeo de hidrógeno verde en un momento en que la industria del transporte marítimo enfrenta el desafío de descarbonizarse. El transporte marítimo, que representa aproximadamente el 90 por ciento del comercio mundial, se encuentra entre las industrias más difíciles de reducir en cuanto a emisiones, debido al uso de combustibles fósiles tradicionales.

Con una inversión de miles de millones de dólares, España busca convertirse en un líder en la producción de hidrógeno verde. Este tipo de hidrógeno es producido a partir de fuentes de energía renovables mediante un proceso llamado electrólisis, que divide el agua en hidrógeno y oxígeno sin emisiones de carbono, a diferencia del hidrógeno convencional.

El transporte marítimo emite cerca de mil millones de toneladas de gases de efecto invernadero al año, lo que representa una parte significativa de las emisiones globales de CO2. Por lo tanto, la transformación hacia alternativas más limpias es urgente. A corto plazo, los biocombustibles son vistos como la solución, pero se espera que el hidrógeno verde juegue un papel fundamental a largo plazo.

La compañía petrolera española Moeve destaca que el hidrógeno verde puede facilitar la creación de combustibles más manejables, como el amoníaco y el metanol, que son cruciales para la descarbonización del transporte marítimo. Actualmente, se está construyendo la mayor planta de biocombustibles de segunda generación en el sur de España, con una inversión de 1.200 millones de euros prevista para su finalización en 2026.

Además, empresas chinas están invirtiendo en el sector del hidrógeno verde en España, como Hygreen Energy, que ha comprometido 2.200 millones de dólares en Andalucía, y Envision, que ha anunciado una inversión de mil millones de dólares para desarrollar un parque industrial de hidrógeno verde.

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha afirmado que España está en una posición favorable para aprovechar las oportunidades que la energía verde brinda, posicionando al país como un líder en la revolución del hidrógeno en Europa.

No obstante, existen críticas hacia el hidrógeno verde. Algunos expertos argumentan que el hidrógeno requiere más energía para su producción, almacenamiento y transporte de la que realmente proporciona, además de ser altamente inflamable y corrosivo. El profesor Robert Howarth opina que la idea del hidrógeno verde ha sido sobrevalorada y está more vinculada a consideraciones de marketing.

Sin embargo, algunos analistas creen que el hidrógeno verde podría ser útil en ciertos segmentos, como el transporte marítimo y la aviación de larga distancia, donde las alternativas aún están en desarrollo. A pesar de las controversias, el hidrógeno verde está siendo considerado como una solución para las industrias pesadas en su camino hacia la neutralidad de carbono.