Científicos crean computadoras "vivas" con células humanas

Publicado el oct 06, 2025.
Una fusión de células y circuitos orgánicos.

La biocomputación está emergiendo como un fascinante campo de la ciencia que combina biología y computación, con el potencial de transformar la manera en que entendemos y utilizamos la tecnología. Investigadores en Suiza están a la vanguardia de este esfuerzo al desarrollar computadoras "vivas" a partir de células humanas. La relevancia de esta disciplina radica en su capacidad de imitar procesos cognitivos humanos, lo que podría revolucionar la inteligencia artificial y hacerla más eficiente, utilizando significativamente menos energía que los sistemas actuales.

El principio fundamental de la biocomputación radica en el uso de organoides, que son grupos de neuronas cultivadas en laboratorio a partir de células madre. Estas neuronas pueden conectarse a electrodos, lo que les permite procesar información y emitir respuestas a estímulos eléctricos, similar a una computadora tradicional. Aunque estos organoides aún no poseen la complejidad de un cerebro humano, están diseñados para aprender y adaptarse a través de la experiencia, paralelamente a la forma en que la inteligencia artificial actual opera con datos de entrada y salida. En un caso ejemplar, los científicos de Cortical Labs han logrado que neuronas vivas jueguen al clásico juego de Pong, demostrando que estos sistemas pueden responder a interacciones básicas.

Sin embargo, con la biocomputación surgen cuestiones éticas y técnicas importantes. Por un lado, existe el desafío de reproducir el entorno biológico necesario que permita a estas computadoras "vivas" funcionar de manera óptima. Sin vasos sanguíneos, la vitalidad de los organoides es limitada, lo que subraya la naturaleza frágil de estas biocomputadoras. Por otro lado, el equipo de FinalSpark ha observado que la actividad cerebral puede incrementarse justo antes de la muerte de los organoides, lo que plantea interrogantes sobre el sufrimiento y la conciencia potencial de estos seres. A medida que esta tecnología avanza, será fundamental encontrar un equilibrio entre innovación y ética.

En conclusión, la biocomputación representa una nueva frontera en la convergencia de la biología y la tecnología, abriendo posibilidades que antes solo existían en la ciencia ficción. A medida que los investigadores continúan experimentando con estos sistemas, es esencial que se adopte una perspectiva crítica hacia las implicaciones de la vida artificial y la responsabilidad ética. Para aquellos interesados, hay numerosos recursos disponibles para profundizar en el tema y explorar cómo el wetware podría complementarse con las tecnologías de silicio, uniendo lo mejor de ambos mundos.

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