La contaminación por plásticos es un problema que afecta gravemente a las naciones del Pacífico, las cuales se enfrentan a la llegada de 11 millones de toneladas anuales de desechos plásticos.

A pesar de que las islas del Pacífico contribuyen poco a la crisis, están entre las más afectadas del mundo. Los desechos plásticos son arrastrados por corrientes oceánicas, amenazando ecosistemas, pesquerías locales y la salud pública.

Aunque la mayoría de la contaminación plástica proviene de países industrializados, las potentes corrientes oceánicas transportan gran volumen de estos desechos al Pacífico Sur. Esto convierte a estas naciones insulares en receptores no intencionados de un problema global.

El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente advierte que, sin intervención urgente, la cantidad de plástico en los océanos podría casi triplicarse para 2040, con gran parte de esos desechos acumulándose en zonas de desechos marinos.

El profesor Li Daoji, experto en la materia, señala que la acumulación de plásticos en el Pacífico se ha estado produciendo durante décadas, fundamentalmente por la influencia de los países desarrollados.

Diversos estudios han revelado que el equipo de pesca, como boyas y redes, constituye una gran proporción de los desechos plásticos en el Pacífico Norte, dificultando la estimación total de plásticos en la región.

El impacto de la contaminación plástica se siente con fuerza en países como Fiyi, Vanuatu y Samoa, donde industrias como la pesca y el turismo dependen de océanos limpios y saludables.

Con los océanos afectados, hay una creciente preocupación entre las comunidades locales por los efectos de los microplásticos en la salud humana, especialmente en el marisco y en el agua potable.

Recientemente, en la Conferencia de Islas del Pacífico sobre Ciencia Oceánica, Victor Bonito enfatizó la necesidad urgente de dejar de utilizar el océano como un vertedero.

A medida que el mundo se une para combatir la contaminación por plásticos, en marzo de 2022 se adoptó una resolución por parte de la ONU para crear un acuerdo internacional jurídicamente vinculante para enfrentar este problema.

China también tiene un papel activo, implementando políticas nacionales y colaborando con naciones del Pacífico para mejorar la gestión de residuos y el desarrollo sostenible.

La cooperación académica está aumentando, con programas de formación en acuicultura y patrocinio de estudiantes de islas del Pacífico para estudiar ciencias marinas en instituciones chinas.