La reciente inauguración de la turbina eólica marina MingYang de 20 MW en Hainan, China, marca un importante avance en la energía eólica, capaz de proporcionar electricidad a 96,000 hogares y contribuir a la reducción de emisiones de carbono.

Sin embargo, el futuro de la energía eólica se vislumbra con incertidumbre tras las críticas de Donald Trump, quien ha descalificado la política energética del Reino Unido al instar a "deshacerse de los molinos de viento" y abrir el Mar del Norte para la producción de petróleo y gas.

Trump, conocido por expresar opiniones contundentes en redes sociales, ha cuestionado el compromiso del Reino Unido con la energía renovable, argumentando que el país debería priorizar el uso de sus antiguas reservas de petróleo del Mar del Norte.

El Mar del Norte, que alberga una importante infraestructura de energía eólica offshore, ha visto una disminución constante en la producción de petróleo y gas, lo que contrasta con el crecimiento de la energía eólica en la región.

Los enemigos del cambio climático critican el enfoque de Trump como un intento de favorecer los intereses de los combustibles fósiles, mientras que activistas como Tessa Khan argumentan que su posición refleja un claro sesgo hacia las empresas estadounidenses de petróleo y gas.

A pesar de las declaraciones de Trump, el gobierno del Reino Unido mantiene su compromiso de expandir la capacidad eólica marina hasta 60 gigavatios para 2030 y dirige esfuerzos para financiar la transición a energías renovables.

No obstante, el aumento del impuesto sobre los beneficios extraordinarios de las empresas de petróleo y gas en el Mar del Norte podría tener efectos adversos, ya que algunas empresas han comenzado a reconsiderar sus inversiones en la región.

Mientras tanto, en Europa, se espera que la energía eólica represente el 30 por ciento del consumo eléctrico para 2030, impuls ada por ambiciosas metas climáticas y un fuerte aumento en la capacidad instalada.

China, líder mundial en la adopción de energía eólica, ha activado la mayor turbina eólica marina a nivel mundial, y continúa implementando medidas para alcanzar sus objetivos de neutralidad de carbono.

A medida que las naciones continúan esforzándose por cumplir con sus compromisos climáticos, la necesidad de una transición hacia energías limpias se vuelve cada vez más crucial, demostrando que la energía eólica tiene un papel significativo en el futuro energético global.