En la era digital, es común que los padres compartan cada momento especial de sus hijos en redes sociales. Este fenómeno, conocido como "sharenting", representa un acto de amor y orgullo, pero también trae consigo riesgos inesperados que podrían comprometer la seguridad y bienestar de los pequeños. Investigaciones recientes han indicado que la exposición excesiva de los niños en línea puede llevar a problemas serios como el robo de identidad y el ciberacoso.

El "sharenting" se refiere a la práctica de publicar regularmente fotos y videos de los hijos en las plataformas de redes sociales. Aunque para muchos padres esto puede parecer un modo inofensivo de documentar la vida familiar, los expertos advierten sobre los peligros que conlleva. Compartir imágenes y detalles personales puede facilitar que los ciberdelincuentes aprovechen la información expuesta, como nombres, fechas de nacimiento y lugares, para perpetrar fraudes o para acosar a los niños. Un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Southampton encontró que el 45% de los padres participa activamente en "sharenting", y preocupantemente, uno de cada seis reveló que su hijo había experimentado algún tipo de daño relacionado con esta práctica.

La falta de conocimiento sobre la privacidad en línea también juega un papel fundamental en este fenómeno. Muchos padres subestiman cuán lejos puede llegar la difusión de contenido, incluso desde cuentas consideradas seguras. Por ejemplo, funciones como el etiquetado pueden permitir que la información personal llegue a una audiencia más amplia, incluso si la cuenta es privada. Además, el uso de tecnologías avanzadas, como generadores de imágenes por inteligencia artificial, permite que los delincuentes creen retratos inapropiados de cualquier niño a partir de fotos comunes, exacerbando el riesgo que enfrentan los menores en el entorno digital.