Expertos en Estados Unidos han aprovechado el Día Mundial de la Seguridad Alimentaria para alertar sobre los severos recortes en las agencias federales que son responsables de salvaguardar la salud pública. Anualmente, los ciudadanos estadounidenses consumen enormes cantidades de alimentos, lo que conlleva implícitamente grandes riesgos para la salud.

Un análisis revela que los patógenos alimentarios comunes provocan casi 10 millones de enfermedades transmitidas por alimentos y resultan en más de 50,000 hospitalizaciones al año en Estados Unidos. Ante esta situación, los especialistas expresan su temor de que se pasen por alto las señales de advertencia relacionadas con la seguridad alimentaria.

La preocupación se agrava por la decisión de la Casa Blanca de reducir el personal del Departamento de Salud y Servicios Humanos en aproximadamente 20,000 empleados. Esto incluye personal vital que trabaja en la Administración de Alimentos y Medicamentos, lo que podría afectar su capacidad para supervisar la seguridad alimentaria.

Los expertos advierten que estos recortes no solo comprometen la capacidad de respuesta a brotes de enfermedades transmitidas por alimentos, sino que también ponen en riesgo la salud pública en un contexto donde se reporta un aumento en las enfermedades relacionadas con la alimentación.

Mitch McCann informa para CGTN, detallando la grave situación que podría derivar de estos recortes. La falta de recursos puede tener repercusiones significativas en la vigilancia de la salud pública, especialmente en una nación que consume grandes volúmenes de alimentos.

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