La posibilidad de que Rolls-Royce se convierta en la empresa más valiosa del Reino Unido no es solo una aspiración empresarial, sino un reflejo de cómo la inteligencia artificial (IA) puede transformarse en un motor de crecimiento económico. La compañía ha iniciado un ambicioso plan para aprovechar sus reactores nucleares y alimentar la tecnología de IA, una combinación que promete cambiar la dinámica del mercado industrial. En un contexto en el que la energía es cada vez más crucial para el funcionamiento de tecnologías como la IA, la propuesta de Rolls-Royce resuena no solo entre los inversores, sino entre los responsables de políticas energéticas.

Para entender el potencial de Rolls-Royce, es clave desglosar cómo funcionan los Reactores Modulares Pequeños (SMR) que están desarrollando. A diferencia de las plantas nucleares convencionales, los SMR son más compactos, menos costosos y se pueden construir más rápidamente. Esto significa que se puede Escalar su implementación según las necesidades locales. Además, se prevé que la demanda de energía nuclear aumente, con la estimación de 400 SMR necesarios para 2050. Imagina una empresa que no solo proporciona energía segura, sino que también alimenta la creciente demanda de servicios energéticos para grandes centros de datos o intenciones de hacer que la IA sea más accesible y económica para empresas de todos los tamaños. Este enfoque podría no solo posicionar a Rolls-Royce como líder en el sector energético, sino también revitalizar la economía del Reino Unido.