Los agricultores del Reino Unido están implementando innovaciones en genética para criar una nueva raza de ovejas conocidas como Exlana, las cuales tienen la capacidad de desprender su propia lana. Esta transformación responde a la baja demanda de lana y busca avanzar hacia un modelo más sostenible en la agricultura.

La venta de lana ha enfrentado un importante declive, lo cual ha llevado a algunos ovicultores a adoptar soluciones científicas. La cría de ovejas que se desprenden de su lana se asemeja al proceso natural de muda de los perros en verano, permitiendo un manejo más eficiente.

Las Exlana, cuyo nombre en latín significa 'sin lana', son criadas específicamente para esta característica de muda natural. Actualmente, los agricultores gastan aproximadamente 10 dólares por oveja para mantener el vellón y realizar el esquilado, mientras que el valor del mercado de la lana es cada vez menor.

El criador Peter Baber ha indicado que, si se pudiera diseñar la oveja del futuro en un papel, esta no tendría lana, reflejando así el cambio radical que se está llevando a cabo. Además de apreciar el ahorro económico, los beneficios también se extienden al bienestar animal.

La cría de Exlana permite a los agricultores evitar prácticas perjudiciales como el recorte de colas y el uso de productos químicos irritantes que se utilizan para proteger la lana de infestaciones. Esto mejora no solo la calidad de vida de las ovejas, sino también la percepción del cuidado animal.

Adicionalmente, estas ovejas han sido seleccionadas para parir sin intervención humana. Bill Geen, un agricultor de Devon, ha manifestado que los corderos deberían nacer con facilidad, permitiendo que la madre pueda alimentarlos sin complicaciones.

El mundo de la genética ovina está en expansión. Organizaciones como Breed for Change están investigando las emisiones de metano provenientes de los eructos de las ovejas, permitiendo a los criadores optar por aquellos animales que emiten menos gas, lo que representa un compromiso con el medio ambiente.

La genetista Janet Roden de Innovis ha enfatizado la importancia de los datos y la ciencia para poder identificar las mejores prácticas de cría. La capacidad de seleccionar características específicas de los animales es fundamental para mejorar la eficacia de los rebaños.

Pese a ciertos cuestionamientos éticos sobre la modificación genética, figuras como Sam Boon de la Junta de Desarrollo Agrícola recuerdan que la ciencia ha estado influenciando la agricultura durante siglos. Desde la época de Darwin, se han practicado formas de selección natural que han permitido importantes cambios en la ganadería.

Este enfoque de innovación genética está sentando las bases para el futuro de la cría de ovejas en el Reino Unido. Los ganaderos están convencidos de que, frente a los desafíos actuales del sector, las ovejas del futuro podrían ser notablemente diferentes para adaptarse a un mercado cambiante.