Los taikonautas de la misión Shenzhou-18 están actualmente en medio de su etapa de seis meses a bordo de la Estación Espacial China (CSS). Para garantizar su bienestar físico en el espacio, han completado una serie de experimentos diseñados para contrarrestar los efectos nocivos de la ingravidez, según lo informado por la Agencia Espacial Tripulada de China (CMSA).

Uno de los desafíos más significativos que enfrentan los taikonautas durante su estancia en el espacio es adaptarse a las condiciones de microgravedad. La exposición prolongada a este entorno puede dar lugar al 'síndrome de adaptación espacial', donde uno de los problemas clave es la pérdida de masa ósea.

Con el objetivo de proteger la salud ósea de los taikonautas, investigadores chinos han creado un dispositivo que utiliza vibraciones para estimular el flujo del líquido óseo. Este mecanismo, que activa una serie de interacciones entre los osteoblastos y osteoclastos, logra frenar la pérdida ósea que puede ocurrir en gravedad cero.

Recientemente, la CMSA publicó videos donde se observa a los taikonautas utilizando el dispositivo en la sección media de sus tibias. La estimulación de alta frecuencia y baja amplitud está diseñada para mejorar la actividad celular y maximizar el flujo de nutrientes en los huesos, con el objetivo de incrementar la masa ósea.

Además de los experimentos relacionados con la salud ósea, la tripulación ha estado llevando a cabo estudios sobre la adaptabilidad muscular. Esto incluye el uso de ecografías para medir la rigidez del tendón de Aquiles, así como dispositivos que evalúan la estructura y función musculares, del mismo modo que equipos que miden la presión en las extremidades inferiores.

A través de un análisis comparativo de las características biomecánicas antes y después de la misión, los científicos esperan comprender mejor cómo la ingravidez prolongada afecta la funcionalidad muscular. Estos datos, junto con los ejercicios realizados durante la misión, ayudarán a evaluar los cambios en la adaptabilidad al ejercicio en el entorno espacial.

Los taikonautas también emplean un dispositivo de estimulación muscular y nerviosa adaptado a sus necesidades, diseñado para evitar la atrofia muscular y facilitar la relajación muscular. Estas investigaciones son fundamentales para asegurar la salud general de los taikonautas mientras están en el espacio.

La misión Shenzhou-18, que despegó el 25 de abril de este año, contó con la participación de tres valientes taikonautas: Ye Guangfu, Li Cong y Li Guangsu. Esta es la tercera misión tripulada en la fase de aplicación y desarrollo de la CSS, además de ser la 32ª misión en el programa espacial tripulado de China.