Grecia ha tomado medidas para combatir la creciente contaminación en sus aguas tras un preocupante informe de la Agencia Europea del Medio Ambiente que advierte sobre la devastadora amenaza que la contaminación marina representa para la vida oceánica y las economías costeras.

Con el objetivo de restaurar ecosistemas marinos y revitalizar el turismo, Grecia ha lanzado una ambiciosa iniciativa de limpieza submarina en El Pireo, su puerto más grande y concurrido, donde el lecho marino ha sido cubierto por plásticos y desechos.

Equipos de buzos y voluntarios se están sumergiendo en las aguas, utilizando tecnologías avanzadas como drones submarinos y robots teledirigidos para eliminar los residuos acumulados en el fondo del mar.

"Los retos que enfrentamos durante las limpiezas del lecho marino son muchos y complejos," comenta Katerina Topouzoglou, fundadora del grupo ambiental All For Blue. Ella subraya la necesidad de costosos equipos y constante capacitación, además de señalar que la mayoría de los residuos provienen de actividades en tierra.

Esta operación forma parte de un proyecto más amplio respaldado por la Unión Europea que busca restaurar mares más limpios para 2030. Iniciativas como la de El Pireo reflejan los compromisos de la UE para abordar la problemática de los desechos marinos.

Además de las organizaciones no gubernamentales, los pescadores también están involucrados en esta limpieza. Konstantinos Giannakopoulos de Enaleia menciona que su organización trabaja con comunidades pesqueras para recoger plásticos durante sus rutinas diarias.

"En lugar de devolverlo al agua, lo traen a la costa," explica Giannakopoulos, agregando que después colaboran con recicladores para convertir este desecho en nuevos productos, apoyando así la economía circular.

El esfuerzo conjunto para limpiar los mares no solo busca restaurar el medio ambiente, sino también fortalecer las comunidades locales. Este enfoque se alinea con el Pacto Verde de la UE, que pretende hacer de Europa un continente ecológicamente sostenible para 2050.

No obstante, Topouzoglou enfatiza que el verdadero cambio requiere educar a la población y fomentar la participación local. Ella recalca que cuando las personas entienden el problema, se convierten en parte activa de la solución.

A medida que se retiran las redes fantasmas y los plásticos del mar, se vislumbra un renovado optimismo en los puertos griegos. La iniciativa en El Pireo ha crecido más allá de una actividad local y se está transformando en un movimiento que podría revitalizar los ecosistemas marinos.