Científicos holandeses exploran el papel crucial de los insectos

Publicado el jul 08, 2025.
Científicos holandeses exploran el papel crucial de los insectos

Científicos de la Universidad Tecnológica de Delft (TU Delft) en los Países Bajos han lanzado la primera instalación del país destinada a investigar el uso de drones miniatura autónomos que imitan el comportamiento de los insectos. Este innovador laboratorio se enfoca en aplicaciones prácticas que abarcan desde la detección de fugas de gas en fábricas hasta operaciones de búsqueda y rescate.

Nombrado Laboratorio de Enjambres, el equipo de TU Delft tiene como meta el desarrollo de un enjambre 'autovolante' de 100 drones pequeños, diseñados para operar sin intervención humana. Estas unidades son capaces de aterrizar de manera autónoma en estaciones de recarga y despegar nuevamente para continuar sus operaciones.

Guido de Croon, director del Laboratorio de Enjambres, destacó que el enfoque del laboratorio es dotar a estos drones de conciencia entre ellos, así como la capacidad de colaborar en la ejecución de tareas complejas. Por ejemplo, los drones están diseñados para 'detectar' fugas de gas en entornos industriales.

Un enjambre de drones, equipado con sensores específicos, podrá recorrer las instalaciones de una fábrica, buscando rastros de gas. Cuando un dron identifica una fuga, puede seguir el rastro del gas y coordinarse con otros drones en la misión para abordar el problema de manera efectiva.

Además de las aplicaciones en fábricas, De Croon mencionó que los enjambres de drones podrían utilizarse para detectar incendios forestales o para asistir en búsquedas y rescates en áreas extensas. La inspiración para estas innovaciones proviene de la observación del comportamiento en la naturaleza, especialmente en especies como las abejas y hormigas.

Los investigadores están incorporando estudios sobre el comportamiento colectivo de aves y insectos para programar sus drones. De Croon afirmó que, al adherirse a reglas simples, es posible replicar los patrones eficientes que los animales exhiben para evitar colisiones y maximizar su eficacia.

Sin embargo, los científicos enfrentan desafíos significativos en este trabajo. De Croon enfatizó que los enjambres son intrínsecamente sistemas complejos. Si bien un solo robot puede realizar tareas simples, predecir el comportamiento de un grupo completo bajo estas reglas puede resultar complicado.

El tamaño reducido de los drones impone restricciones en cuanto a la tecnología que pueden llevar a bordo, incluyendo limitaciones en los sensores y en la capacidad de procesamiento. Actualmente, los drones dependen de una cámara externa para recibir información sobre su posición en el enjambre.

A pesar de estas limitaciones, ya existe tecnología en desarrollo que permitirá a los drones interactuar entre sí sin depender de ayudas externas. Un ejemplo de este avance proviene de investigadores de la Universidad de Zhejiang en China, que lograron volar con éxito varios drones autónomos en un entorno complejo.

En la actualidad, el Laboratorio de Enjambres colabora con la startup Emergent, que cuenta con alrededor de 40 drones en su programa de investigación. Con la finalidad de elevar esta cifra, el objetivo es operar un enjambre de aproximadamente 100 drones en los próximos cinco años, acercándose así a la remarkable inteligencia de organismos como las abejas.

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