China ha estado impulsando proyectos innovadores para promover la sostenibilidad y la conservación del medio ambiente, como es el caso de la transformación del desierto de Mu Us y la creación de un bosque extenso en Hebei.

Guo Chengwang comenzó su labor de reforestación en el desierto de Mu Us en la provincia de Shaanxi hace casi 40 años, cuando los esfuerzos para combatir la desertificación parecían una tarea monumental. De los 1,200 árboles que plantó en 1985, solo uno sobrevivió, pero la esperanza de que los álamos pudieran crecer en ese árido paisaje nunca se desvaneció.

Guo recuerda que en la década de 1980, el desierto estaba cubierto de dunas de arena y carecía de vegetación, un terreno desolador que enfrentaba frecuentes tormentas de arena que dificultaban incluso abrir los ojos.

Ahora, su nieto, Guo Jianjun, continúa su legado, logrando transformar 3,000 hectáreas de desierto en tierras fértiles que florecen con vegetación, contribuyendo significativamente a los esfuerzos generacionales de reforestación.

Se estima que más del 80 por ciento de las tierras cubiertas por arena en el desierto de Mu Us ha sido controlado gracias a estos esfuerzos, que han logrado elevar la tasa de forestación en la región hasta un 30 por ciento según informes de Xinhua.

El respeto por la naturaleza está en el corazón de estos esfuerzos. Un antiguo proverbio chino del "Xunzi" expresa que "todas las cosas que crecen viven en armonía y se benefician del alimento de la Naturaleza", una premisa subrayada por el presidente Xi Jinping en la Cumbre de Líderes sobre el Clima en abril de 2021.

El presidente Xi ha enfatizado que la madre naturaleza es fundamental para la existencia humana y debe ser respetada y protegida. En su discurso, exhortó a que se reconozca la importancia de seguir las leyes de la naturaleza y trabajar hacia un equilibrio entre el hombre y su entorno.

La labor de la familia Guo en Mu Us es solo un ejemplo de las campañas exitosas de China por el medio ambiente, que incluyen la creación del bosque artificial más grande del mundo en Saihanba y la transformación del desierto de Kubuqi en Mongolia Interior mediante prácticas de forestación.

La Administración Nacional de Bosques y Praderas de China ha informado que entre 2018 y 2023 se han rehabilitado 23.3 millones de hectáreas de pasto y se han evitado 12 millones de hectáreas de desertificación.

El presidente Xi ha afirmado que cada generación tiene la responsabilidad de cuidar el ecosistema y que los esfuerzos realizados en la actualidad beneficiarán a las futuras generaciones. A su vez, instó a todos a actuar ahora para asegurar la continuidad de la conservación.