La estación espacial de China se prepara para recibir a las planarias, unos gusanos planos conocidos por su notable capacidad de regeneración. Esta iniciativa sigue a experimentos anteriores que incluyeron especies como peces cebra y moscas de la fruta, según informó Zhang Wei, investigador del Centro de Tecnología e Ingeniería para la Utilización del Espacio de la Academia China de Ciencias.

Zhang confirmó que la nave espacial Shenzhou, que lanzará este año, transportará docenas de estos organismos a la órbita. Las planarias, que pueden regenerar completamente incluso partes vitales de su cuerpo, se convierten en modelos ideales para la investigación sobre la regeneración de tejidos en condiciones de microgravedad.

El experimento se llevará a cabo en el "armario de experimentos del ecosistema de la vida" que se encuentra en el módulo de cultivo biológico universal pequeño de la estación espacial. Los investigadores observarán cómo las planarias regeneran diferentes segmentos a lo largo del proceso, analizando muestras en plazos determinados.

A través de este enfoque, los científicos intentarán comprender el impacto del entorno espacial en los patrones de regeneración y el comportamiento fisiológico de las planarias. Zhang añadió que el estudio podría desentrañar la base molecular de los cambios observados durante la regeneración.

La investigación no solo se limita a las planarias. Zhang mencionó que los peces cebra, enviados anteriormente al espacio, también serán parte de un experimento mejorado en futuras misiones. Estos organismos tienen una similitud genética del 87 por ciento con los humanos, lo que los convierte en candidatos valiosos para estudiar problemas de salud relacionados con la microgravedad.

Wang Yifeng, diseñador jefe adjunto del Centro de Operaciones y Control de Carga Útil, destacó que las investigaciones sobre los peces cebra podrían ofrecer estrategias para tratar enfermedades como la osteoporosis en la Tierra.

En la misión anterior, Shenzhou-19, se realizaron estudios con moscas de la fruta, los cuales revelaron que la microgravedad afectaba de manera significativa la actividad y los patrones de cortejo de estos insectos. Esto proporciona nuevas perspectivas sobre la adaptación de los organismos a condiciones extremas.

(Gong Zhe contribuyó a la historia.)