La reciente presentación del robot humanoide Figure, que ha aprendido a doblar ropa utilizando únicamente la estructura de su red neuronal y una ampliación de su conjunto de datos, es un hito que revela la creciente interacción entre la tecnología robótica y la vida cotidiana. Este avance no solo despierta la curiosidad del público sobre lo que los robots pueden lograr, sino que también abre el debate sobre el futuro de la automatización en tareas que tradicionalmente requerían habilidad manual y atención al detalle. La capacidad de un robot para realizar tareas domésticas como doblar ropa es un paso hacia la integración de la robótica en el hogar, destacando el potencial para liberar tiempo de los humanos de las tareas mundanas. El sistema Helix que utiliza Figure representa un avance significativo en la robótica al aplicar una arquitectura de red neuronal que permite el aprendizaje de diversas habilidades sin necesidad de reconfiguración técnica. Esto no es solo una mejora técnica; es una evolución en cómo los robots pueden interactuar con el mundo que les rodea. Con funcionalidades como mantener el contacto visual, hacer gestos y realizar tareas complejas de manipulación, estos robots se están convirtiendo en asistentes más competentes y colaborares. Comparativamente, la habilidad de Figure para doblar ropa se alza en un entorno donde otras soluciones robóticas ya han demostrado su capacidad para realizar tareas similares, como ocurre con los robots que participan en la competencia WRC o los modelos de firmas como Boston Dynamics. Sin embargo, la forma en que Figure aborda el desafío de doblar ropa, un objeto con características muy variables y que desafía los límites de la manipulación robótica, ofrece un nuevo nivel de sofisticación.

Aunque las innovaciones en automatización de tareas del hogar son emocionantes, resulta relevante plantear la cuestión de la necesidad y el impacto social que tendrán estos avances. ¿Estamos listos para integrar robots en nuestra vida cotidiana de forma masiva, o es esta solo una manifestación de un interés temporario? A medida que la tecnología avanza, también enfrentamos desafíos éticos y laborales que debemos considerar. La idea de que un robot pueda realizar tareas que solían ser parte de nuestra rutina no solo transforma cómo interactuamos con la tecnología, sino que también redibuja el panorama laboral. Sin embargo, mientras que Figure representa una idea innovadora, el destino de estos robots dependerá de cómo se integren realmente en la vida diaria de las personas. En conclusión, el hecho de que un robot humanoide pueda aprender a doblar ropa y realizar tareas manuales implica un avance significativo en la robótica y la inteligencia artificial. Pero, como con cualquier innovación tecnológica, la pregunta que queda es: ¿cómo beneficiará realmente este avance a la sociedad en general?